De India a Grecia
Berenjenas tomatinas
Ingredientes:
Para una porción:
Berenjena, 1 u.
Tomate rojo, 1 u.
Aceite de oliva, ajo, sal y pimienta a gusto.
(de India a Grecia)
Si bien no conocemos con precisión el origen de las berenjenas, se cree que los primeros en incorporar este fruto en su dieta fueron Assam y Birmania, dos estados de la India. Pienso cuán rápido puede llegar una simple berenjena a recorrer el mundo. Es que hay traslados que no necesitan pasaporte: viajan de aquí para allá gracias al comercio, por un espontáneo pasamanos o, sencillamente, por curiosidad. En un principio, como respuesta a algunos males digestivos de la sociedad, fue considerada como una fruta exótica, no comestible y utilizada básicamente para decoración. Luego fue incorporada por muchas culturas como un alimento que permite infinitas preparaciones. Las berenjenas que preparé me trasladan directamente a Grecia por el condimento que utilicé para su elaboración, porque fue traído desde esas tierras lejanas. Si las berenjenas viajaron tanto, el aceite de oliva no quería ser menos. Con un sabor suave pero intenso, acompaña y realza un plato muy sencillo, transformándolo en una opción verdaderamente deliciosa. ¿Cómo se prepara?
Comenzamos cortando la berenjena en rodajas finas, las condimentamos con sal y las salteamos en aceite de oliva previamente calentado. En una licuadora, añadimos tomate, aceite de oliva, ajo, sal y pimienta. Y mezclamos todo hasta lograr una salsa uniforme. Esa salsa puede calentarse o ser usada a temperatura ambiente. Acá se utilizó como salió de la licuadora. Colocamos las berenjenas en un plato y luego agregamos la salsa. ¡Y lo único que resta es disfrutar!
Si bien no conocemos con precisión el origen de las berenjenas, se cree que los primeros en incorporar este fruto en su dieta fueron Assam y Birmania, dos estados de la India. Pienso cuán rápido puede llegar una simple berenjena a recorrer el mundo. Es que hay traslados que no necesitan pasaporte: viajan de aquí para allá gracias al comercio, por un espontáneo pasamanos o, sencillamente, por curiosidad. En un principio, como respuesta a algunos males digestivos de la sociedad, fue considerada como una fruta exótica, no comestible y utilizada básicamente para decoración. Luego fue incorporada por muchas culturas como un alimento que permite infinitas preparaciones. Las berenjenas que preparé me trasladan directamente a Grecia por el condimento que utilicé para su elaboración, porque fue traído desde esas tierras lejanas. Si las berenjenas viajaron tanto, el aceite de oliva no quería ser menos. Con un sabor suave pero intenso, acompaña y realza un plato muy sencillo, transformándolo en una opción verdaderamente deliciosa. ¿Cómo se prepara?
Comenzamos cortando la berenjena en rodajas finas, las condimentamos con sal y las salteamos en aceite de oliva previamente calentado. En una licuadora, añadimos tomate, aceite de oliva, ajo, sal y pimienta. Y mezclamos todo hasta lograr una salsa uniforme. Esa salsa puede calentarse o ser usada a temperatura ambiente. Acá se utilizó como salió de la licuadora. Colocamos las berenjenas en un plato y luego agregamos la salsa. ¡Y lo único que resta es disfrutar!